Archer lo había averiguado. Había descubierto como aquellas brujas habían adquirido aquellos conocimientos y habilidades de un momento a otro. Su postura cambio drásticamente de la defensiva a la ofensiva, mientras no dejaba de mirarlas con odio y un profundo desprecio.

—      ¿Qué pasa? — dijo Evelyn controlando la mente de Griselda— no te abras rendido ¿verdad? — en tono de burla.

—      Así que…— apretando el mango de su cuchillo fuertemente— después de tanto tiempo, vuelves a resurgir bruja

—      Ahhh— dijo Evelyn sorprendida— me has descubierto— sonriendo malévolamente— Bien, así tu muerte será más satisfactoria.

Abalanzándose contra el

—       Sera un verdadero placer acabar con el ultimo descendiente de Jeremías— dijo Ethel atacándolo por la espalda, pero este rápidamente se movió de lado esquivando su ataque eléctrico.

Mientras Griselda aparecía en frente de él, tocando con la palma de su mano su máscara, destruyéndola con veneno. Esta fue lentamente carcomiéndose lo que hizo que Archer se la quitara y la tirara al suelo. Archer tomo del cuello a Ethel y la aventó contra Sophie quien se había trasladado al lado de el para atacarlo.

—      ¡Caíste! — tocando con su dedo índice, la frente de Griselda— ¡Amarre! — hincándose —¡Sujeción! — para tocar el suelo con ambas manos.

—      ¡¿que?! — tratando de soltarse de unos lazos blancos que habían salido de la tierra, y  habían envuelto sus hombros hasta sus piernas. Dejándola inmovilizada.

—      Creíste que no me había dado cuenta, por ti — mirando a Ethel y Sophie— ellas saben los hechizos prohibidos, si te mato primero, ellas serán pan comido.

—      ¿Qué clase de magia es esta? —  pregunto Sophie levantándose con dificultad.

—      No es magia, son sellos sagrados— dijo Ethel— solamente los utilizan los cazadores de brujas, repelen la magia. Ten mucho cuidado Sophie, si nos envuelve con ellos bloqueara cualquier magia que usemos y estaremos indefensas.

—      ¿Cómo lo vencemos? — dijo Sophie fríamente, sin ninguna expresión sobre su rostro

—      Tengo un plan

Ethel y Sophie se miraron, y no pudieron evitar sonreír. — Aquí voy— dijo Ethel suavemente, y se abalanzo contra Archer— corpus duplícate.

Varias clones salieron del cuerpo de Ethel lanzándose contra Archer, antes de que pudiera clavar su cuchillo a Griselda, atacándolo con su rayo eléctrico al mismo tiempo, lanzándolo algunos metros lejos de ahí.

Archer rápidamente se paro y lazo varios sellos en contra de los clones, que fueron desapareciendo uno a uno. Pero Ethel iba invocando más.

—      Copia el movimiento de este ser — decía Ethel mientras igualaba la postura de Archer— que sus movimientos sean los míos y ante sus ataques yo me pueda defender

Unos clones los utilizaba como protección, para que los de atrás pudieran atacarlo. Pero apenas y lo tocaban, era demasiado rápido, cuando una de ellas le lanzaba un golpe este lo bloqueaba y golpeaba más duro para que el clon desapareciera. Pero con el paso del tiempo ellas iban igualando su velocidad y copiando a la perfección sus ataques. 

Archer volvió a invocar el poder de la daga que tenía sobre su mano. Y de su boca salió una enorme llamarada que acabo con todas los clones que había a su alrededor. Sin embargo, no muy lejos de ahí alguien se percataba de lo que estaba sucediendo. Casandra podía verlo, al igual que Miriam: las chicas se estaban debilitando, sus cuerpos todavía no podían soportar esa cantidad de magia. Si esto continuaba corrían el riesgo de que Archer se diera cuenta, y las terminara matando.

—      ¡Donde miras! — dijo el clon de Archer sorprendiéndola con su mismo hechizo— ¡Gravedad corpus!

—      ¡Maldición! — tratando de esquivarlo

Ethel invoco un rayo y se lo lanzo a Archer, pero este rápidamente con su telequinesis se lo devolvió a Ethel, atravesándola.

—      ¡Noo! — grito Miriam

—      El juego termino— dijo Archer caminado hacia ella

Ethel se encontraba tirada en el piso, con una quemadura en medio de su pecho— serás la primera en morir— dijo Archer mientras sacaba su daga y se la clavaba en el corazón — ahora tu magia es mía

—      No, no será así— dijo Ethel levantándose— ¿qué se siente ser atacado con tu mismo hechizo Archer?

—      ¡Que!

Ethel volvió a lanzarle una fuerte descarga al cuerpo de su enemigo, haciendo que soltara la daga. Ethel se quito la daga de su cuerpo, lanzándola al aire.

—      ¡AHORA SOPHIE!

Sophie salió de entre las sombras y formo alrededor del cuchillo un campo que lo hizo trisas, que desencadeno que los clones de Archer desaparecieran. Pero dejando mal heridos no solo a los soldados del consejo sino también a las protectoras de las herederas.

Casandra podía escuchar como Archer no paraba de reír.

—      No esperaba menos de las herederas de la maldición JAJAJA— poniéndose de pie— si creen que todo mi poder residía en esa arma, están muy equivocadas

. . .

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—      ¡¿Crees que esto es difícil?! — Grito Agatha a su hija, que se encontraba en el suelo— no, no lo es Casandra… esto, es por tu bien

—      ¿Sí? — no creyendo las palabras de su madre— entonces ¿Por qué soy la unica que se encuentra herida madre?

—      Porque quiero que seas fuerte, para que el día de mañana sepas defenderte y no necesites de nadie para sobrevivir

Casandra podía recordar ese día claramente mientras trataba de levantarse, su madre la había hecho entrenar toda la semana y le dolía cada musculo de su ser.

—      Que esperas, ¡levántate!

Estaba muy mal herida, casi no sentía las puntas de sus dedos. Y las pocas fuerzas que le quedaban se desvanecían, al mismo tiempo que miraba a Archer acercarse a Ethel, Griselda y Sophie.

—      Ya... ya no puedo ¿Podemos continuar mañana?

—      ¡No! Cass el mundo es cruel, solo sobrevive el mejor adaptado, el mas fuerte— dijo Agatha en tono frio— no esperes que nadie aparezca ayudarte o salvarte…porque nadie lo hará… habrá ocasiones en que solo puedas salir usando tu propia fuerza ¿entiendes?

—      Madre— decía casandra cayendo nuevamente al suelo.

—      ¡levántate! — gritaba Agatha — Que esperas, no eres débil…¡se que tienes la suficiente fuerza para continuar!

Casandra reunía toda la fuerza que le quedaba para poder levantarse y mientras lo hacía, oía la voz de su madre gritándole nuevamente.

—      ¡PONTE DE PIEE! ¡PELEA!

Casandra llevo su mano temblorosa hasta su colgante— ¡Géminis! — grito   poniendo sus manos frente a ella, formando una forma triangular con ambas— signo de la dualidad y el cambio, invoco ahora tu poder, para que el poder de dos este en una— alzando mas la voz— ¡PARA QUE EL PODER DE DOS ESTE EN UNA!

Abalanzándose contra Archer.