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[misma noche]

Esmeralda estaba sentada al borde de su cama, mientras terminaba de leer el pergamino que había tomado del cuarto de Ethel. No podía respirar a causa de la impresión. Lo leía una y otra vez, ya que no podía creer una palabra de lo que estaba escrito ahí.

"Una niña Hallow nacida bajo la luz de la luna de sangre,

 se convertiría en su próxima sucesora…"

-          "¿Ethel?" - se dijo para si misma- "No puede ser…tiene que haber un error"- volviendo a ver el pergamino, tratando de hallar una respuesta que no había

                                      "le dará vida al aquelarre oscuro nuevamente"

Esmeralda se levantó de la cama abruptamente, sin siquiera pensar que la maestra Hardbroom estuviera vigilando aún los corredores del castillo.  Necesitaba hablar con su madre, así que se dirigió tan rápidamente como pudo al cuarto de comunicaciones. Algo tan importante como eso, sus padres tenían que haberlo sabido. Habían ocultado ese oscuro secreto por tantos años… ¿ese era la razón por la que su madre trataba tan fríamente a Ethel? Necesitaba respuestas, necesitaba saber… que pasaría con ella pasada la luna llena, después de su décimo tercer cumpleaños. Se imaginaba los peores escenarios, mientras seguía corriendo por los corredores junto con su gata, que la venia siguiendo por detrás.

Cuando llego finalmente a la entrada de la puerta, volteo a ver por detrás, para asegurarse de que nadie la había seguido. No podía correr el riesgo de que alguien supiera ese secreto. Así que, para asegurarse de no ser atrapada, le pedio a su gata, luna, que maullara cuando viera alguien aproximarse. Entro sigilosamente ese pequeño cuarto, donde en uno de sus muros tenia colgado un enorme espejo, puso su mano sobre el, e invoco a su madre. A los pocos minutos se mostró una mujer de cabello rubio, tez blanca y esbelta. Estaba sentada en un escritorio leyendo unos documentos, cuando vio a su hija mayor, del otro lado del espejo se sorprendió mucho.

-          "¡Esmeralda!, ¿Qué son estas horas de llamar?"- dijo Ursula

-          "Madre, hay algo importante que necesito que me respondas"- tratando de bajar la voz

-          "Esmeralda, creo que puede esperar a una hora más adecuada ¿no crees?"

-          "¡Madre! Espera"- viendo que estaba a punto de cerrar la conexión - "¡¡ES VERDAD QUE ETHEL SERA LA RENCARNACION DE ALBERT!!...- consternada

Esmeralda, vio como la expresión de su madre cambio súbitamente, de una expresión seria y fría  a una afligida, cansada, parecía que no había podido dormir en varias noches. Era la primera vez que la veía de esa forma: vulnerable. Y supo enseguida que era más grave de lo que había imaginado.

-          "¿Cómo te enteraste?"- dijo Úrsula- ¿Alguien te lo dijo? ¿Ethel lo sabe?"- exaltada

-          "¡Entonces es cierto!"-

-          Esmeralda, es importante que me respondas ¿Cómo te enteraste?

-          "¿Importa acaso como me entere?...madre ¿significa que Ethel será la sucesora de Albert?"

-          "Esmeralda… respóndeme primero y después contestare a tus preguntas ¿Cómo te enteraste?"

Dudo por un momento en decirle la verdad a su madre. Como hacerlo, después que ella le había mentido por tantos años ¿Qué sucedería con Ethel si le decía la verdad?

-          "Lo encontré en la sección prohibida de la biblioteca"- enseñándole los pergaminos

Úrsula chasqueo los dedos y transporto a Esmeralda hasta su casa. Su madre rápidamente le quito los pergaminos de las manos y empezó a leerlos detenidamente. Su semblante cambio radicalmente, era como si un rayo de luz la iluminara en toda aquella oscuridad en la que se encontraba.

Era la primera vez que se encontraba ahí, jamás, desde que tenía uso de razón, ni ella ni sus hermanas habían entrado a la oficina de sus padres. Se los tenían prohibido. La pequeña luz de la lámpara, era la única que alumbraba aquella habitacion. Veía como el escritorio de roble, estaba cubierto por diferentes pergaminos sobre maldiciones, hechizos oscuros y como contratacarlos a cada uno.  Miro alrededor y vio que, sobre las estanterías de los libreros, había libros del mismo tipo. Había uno especialmente para los ingredientes.

-          ¿Madre? - pregunto esmeralda, no entendiendo nada de lo que estaba pasando- ¿Qué está sucediendo?

-          Esmeralda- tomándola de los hombros- ¡has encontrado el pergamino que dejo tu antepasada Amelia!... ¿no entiendes? Es la clave para romper con la maldición

-          ¿A qué maldición te refieres?- sorprendida

-          Esperaba que no tuvieras que enterarte de esto, Esmeralda. Pero como nuestra primogénita- Úrsula, fue a unos de los libreros y saco un libro grande y viejo. - es hora que sepas la verdad…veras este libro nos fue heredado de madre a hija, cada bruja Hallow, como líder de la familia ha llevado esta enorme y terrible responsabilidad- poniéndola sobre el escritorio.

El grosor de aquel libro, era enorme. Conforme su madre pasaba las páginas del libro, y le explicaba como Albert había lanzado un hechizo sobre su propia familia para poder vengarse, de los que lo habían traicionado. El simplemente no podía entender como nuestra comunidad, podía seguir defendiendo a personas que trataron de extinguirnos.

Úrsula paso una página donde se veía, como cada ser mágico había usado su magia para aprisionarlo aquella región, donde ahora estaba la escuela. Habían amarrado su alma aquella tierra, para que jamás volviera hacer daño de nuevo. Era demasiado poderoso, y los demás consideraron que representaba demasiado riesgo dejarlo encerrado por métodos convencionales.

-          ¿Qué fue lo que hizo?- dijo Esmeralda curiosa- para que lo encerraran de esa manera

Su madre cayó por un momento, y un profundo silencio empezó a llenar el cuarto.

-          Mato a todas las personas de la aldea, junto con algunos magos y brujas que habían intentado detenerlo. A las brujas que quedaron de su aquelarre, después que lo capturaran las cazaron, pero no pudieron capturarlas, simplemente desaparecieron. Otros dicen que las cazaron y asesinaron en secreto

-          ¿¡Qué!? ¿Quién iría en contra de su propia clase?

-           tengo mis sospechas.

Su madre seguía pasando las páginas de aquel libro, explicándole como cada matriarca de la familia, había escrito sus investigaciones en aquel libro, para poder romper la maldición que asechaba a su familia desde hace años. Pero ninguna había podido averiguar cómo deshacerse de ese hechizo.

-          Cada niña Hallow nacida en la luna de sangre, es víctima de aquella maldición- mostrándole una página, donde había una niña crecida, sentada alrededor de un árbol que con sus ramas de esta, la protegía y por el otro lado se encontraba una luna roja, iluminándola- sucede cada 100 años…la última en adquirirla fue tu tía abuela

-          Nunca había escuchado que tenía una tía abuela

-          Es porque murió joven, tu abuela fue quien la encontró en la pradera

-          ¿la…asesinaron?

-           Lo mas probable, a tu abuela le dijeron que se había caído accidentalmente de su escoba, pero ella jamás se lo creyó…. - Úrsula tomo el retrato de una mujer joven, rubia, hermosa y de nariz alargada que estaba al lado del libro-  y tiempo después yo lo confirme

Como leyéndole los pensamientos, esmeralda no tardo en atar cabos.

-          ¿el incendio? ¿Provocaron el incendio donde murió la tía Clarisa? - dijo Esmeralda asustada

-          Si, al parecer ellos se habían enterado que otra niña de nuestra familia, había nacido en la luna de sangre…- dejo el retrato en su lugar- e intentaron asesinarla…tu… - con la voz entrecortada a causa del dolor que le provocaba recordarlo- tía murió por defender a nuestra familia… desde entonces he dedicado mi vida a encontrar una cura, un hechizo que deshaga la maldición…pero ¡NADA!

-          Madre que pasa si no detenemos la maldición a tiempo ¿Qué sucederá con Ethel?

Su madre la miro a los ojos y con profunda tristeza le dijo "lo mismo que tus antepasados. Ellos se encargarán de que Albert no posea a Ethel, la mataran a ella y las demás"

-          ¿Quién son ellos?

-          Son las mismas personas que asesinaron a tía, las mismas personas de quien somos enemigos ...los cuervos - poniendo sobre el libro, un pergamino que mostraba su símbolo